El indicador mide factores como: (i) la economía, (ii) gobernabilidad, (iii) educación, (iv) salud, (v) seguridad y protección, (vi) emprendimiento y oportunidad, (vii) libertad personal y (viii) capital social.

Mide las diez libertades económicas: derechos de propiedad, la libertad frente a la corrupción, libertad fiscal, libertad de gasto público, la libertad de negocios, la libertad laboral, la libertad monetaria, libertad comercial, la libertad de inversión y la libertad financiera.

El indicador se compone de 22 indicadores, que van desde el nivel de los gastos militares en relación con los países vecinos hasta el porcentaje de la población carcelaria de un país.

Mide los niveles corrupción percibidos en el sector público, consiste en un índice compuesto que se basa en diversas encuestas a expertos y empresas. La organización Transparencia define la corrupción como "el abuso del poder encomendado para beneficio personal".

Un Estado fallido, se considera al que ha fallado en garantizar la provisión de los servicios básicos, se aproxima con 12 indicadores divididos en dos grupos principales: (i) indicadores sociales y económicos e (ii) indicadores políticos y militares.

Descompone los datos en cuatro categorías principales y sus ponderaciones: (i) espacio fiscal (40%), (ii) voluntad de pago (30%), (iii) posición financiamiento externo (20%) y (iv) salud del sector financiero (10 %).

Mide las fortalezas y debilidades de los sistemas energéticos de los países desde una perspectiva integral: (i) económica, (ii) ambiental y (iii) seguridad energética.

Es una herramienta de benchmarking desarrollada por el Banco Mundial que mide el desempeño de la cadena logística de abastecimiento en un país. Se basa en una encuesta mundial a empresas de transporte de carga y mensajería express.

El reporte busca aproximar cómo se gestiona el talento que está relacionado a la innovación, competitividad y crecimiento económico por medio del Índice de Capital Humano, dando una mirada con un enfoque de ciclo de vida, evaluando los niveles de educación, cualificaciones y empleo de que disponen las personas en cinco grupos de edad distintos.

Es un indicador compuesto que mide la predisposición y la capacidad de las administraciones nacionales para utilizar las tecnologías de la información y de las comunicaciones en la prestación de los servicios públicos. Se compone de tres sub-indicadores: (i) índice de servicios en línea, (ii) índice de infraestructura en telecomunicaciones y (iii) el índice de capital humano.

Se compone de los factores determinantes para el desarrollo tecnológico en los países como: (i) entorno, (ii) disponibilidad, (iii) utilización e (iv) impacto tecnológico.

Examina la función que desempeñan las personas y los equipos en el proceso de la innovación. Asimismo, aspectos del capital humano necesarios para la innovación, incluida la mano de obra calificada, la intersección del capital humano, financiero y tecnológico, la retención del talento y la movilización de personas con formación superior.